Texto y música : Miquel Pujadó
Cuántos colores pueden nacer de un teclado blanco y
negro
cuando unos dedos se pasean por él como las patas de
un cangrejo?
Unos colores que algunos días, según cómo vaya la
cosa,
necesitan palabras que abrazar.
La canción se engendra así, de noche o por la mañana.
Quiere ser libre y se nos escurre entre la voz y los
dedos.
La palabra tiene vista pero no sabe caminar,
y tiene piernas la música pero no ve a dónde va.
Un ciego y un paralítico, juntos pueden arreglárselas,
cuando uno sube a lomos del otro y le marca el camino.
La canción así avanza y va por todas partes.
Salta, corre y trepa entre los dedos y la voz.
(Los dedos que aquí se mueven son los de Conrad Setó,
y la voz os la acerca Miquel Pujadó)