DE AUSTERLITZ A WATERLOO (D’AUSTERLITZ A WATERLOO)

Texto y música : Miquel Pujadó

Una melodía / desgarbada / y un texto infecto: / así era efectivamente / el último tema / que, demasiado deprisa, / llevé al papel / para el CD / que estaba grabando / y me cojeaba. / Pero al mejor / programador / de una FM / le gustó la canción / y la conviertió en la estrella / de la parrilla. / Y mira por dónde / fue tan tenaz / que aquella porquería / se convirtió / en el más sonado / de mis pocos hits: / fue Austerlitz. / Con el producto / de aquel eructo / me decidí a / autoproducirme / asumiendo el riesgo / de hacer un gran disco. / y a lo largo de un año, / encerrado bajo llave, / viví sumergido / en el corazón de un verso / hasta olvidarme / de comer y dormir. / Con excelentes arreglos / y grandes solistas / llevé a las pistas / y a la palestra / una obra maestra / tan personal / y original / que no la quiso / comprar / casi nadie: / fue Waterloo. / ¿Quién sacará de Santa Elena / a una pobre alma en pena / que ha hecho el camino más duro, / que ha recorrido el camino que lleva / de Austerlitz a Waterloo? / En el fondo de un bar / del puerto, / bebiendo cointreau / en un rincón, / había un cuerpo / falto de esposo / de aquellos que los miras / y no te lo crees. / No dudé en movilizar / mis efectivos, / del “¿Cómo te llamas?” / al “Tienes el aura / propia de Tauro”, / y paso a paso / se fundió el hielo. / Mi encanto / la atrajo al apartamento / que tengo preparado / para el dulce combate, / y dormí con sus pechos / como cojín: / fue Austerlitz. / Pero por la mañana / mi mano halló el vacío / a mi lado en el lecho, / y en un momento / me di cuenta / de que mi Miró, / el ordenador / y un fajo de billetes / no los volvería a ver. En pleno choc, / una hoja de bloc: / “Estúpido mío, / siento decirlo / pero en la cama no vales / ni un céntimo. / Sé que no te molestará / que mi consuelo / sea llevarme tu bazar. / Camino de casa, / si veo un asno / pensaré en tí.” / Fue Waterloo. / ¿Quién sacará de Santa Elena… / Harto ya / de ser perseguido / por los comandos / antitabaco / me era una espina / la nicotina / y decidí luchar para / olvidar el humo, / ver la luz / y volver a ser / un hombre de bien. / Nadie sabrá / por lo que pasé… / Me alzaba y caía, / todos se reían. / Veía un estanco / y un golpe de sangre / me noqueaba. / Hasta el gran día / en que dejé de añorar / a los muy malditos. / Fue Austerlitz. / Cuando me vi / lejos de la neura, / celebré / el éxito del plan / con una fiesta / superlativa / e interactiva / donde tal vez / nos pasamos con la bebida. / Y, como premio, / yo que era abstemio / comencé / a frecuentar / demasiado el alcohol. / Con luna o sol, / ahora la botella / me hace de madre. / Me han echado de casa / a punta de espada / y no hay médico / que me salve el hígado. / Estoy maduro / para Waterloo. / ¿Quién sacará de Santa Elena…

 

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